Si hay un país que ha sabido adaptarse a la electrificación, ese ha sido China. El gigante asiático es una referencia en esta tecnología, tanto en la producción de vehículos como en la adopción por parte de sus conductores. Tanto es así que allí las ventas de eléctricos superarán a las de combustión el próximo año 2025. Se trata de la primera vez que ocurriría este acontecimiento allí y demuestra que otros mercados como el nuestro están bastante verdes en materia de vehículo eléctrico. Vamos a explicar cómo se ha conseguido.
Según las estimaciones, las ventas de coches eléctricos aumentarán un 20 % durante 2025. Hablamos de más de 12 millones de unidades de este tipo de vehículos, ya que el chino es un mercado de números muy considerables. Al mismo tiempo, se espera que los vehículos de combustión tradicional caigan un 10 % para quedarse por debajo de los 11 millones de unidades. De esta forma, quedarían superados por la nueva tecnología. También hay que tener en cuenta que se cuantifican los híbridos enchufables en el mismo grupo que los eléctricos.
Se trata de un punto de inflexión nunca visto para una de las grandes potencias de la automoción, que además da una lección a Europa y Estados Unidos. En nuestro continente se ha hecho una apuesta muy firme por el vehículo eléctrico, pero su expansión está resultando más lenta de lo esperado y todavía estamos lejos de las cifras de China. Allí una de las claves han sido los generosos subsidios gubernamentales, que se han sumado a una gran competencia entre fabricantes que ha resultado en precios bajos.
El gobierno daba una ayuda de unos 2.800 euros a los que cambiarán su coche de combustión por uno enchufable. Además, las marcas han aplicado estrategias agresivas con descuentos importantes que se están viendo correspondidas por parte del usuario. Incluso marcas de fuera como Tesla están adaptándose al ritmo del mercado. Los fabricantes chinos están intentando aplicar la misma fórmula en otros mercados, pero se han topado con aranceles tanto en Europa (hasta el 45 %) como en Estados Unidos (hasta el 100 %)
Fuente: Financial Times